Generación de Empleos

En la República Dominicana, de una población total de 11.12 millones de personas en el 2022, el 73% (entre 15 y más años de edad), se encuentra en edad de trabajar. El 63%, a su vez, participa del mercado laboral, tanto estando ocupado o buscando empleo activamente.

Entre quienes participan, el 94% están ocupados, lo que equivale, a 4 millones 680 mil personas. De esas personas, el 42% trabaja de manera formal; y el 58%, que constituye la mayoría, trabaja de manera informal.

Existe una brecha de destrezas laborales o habilidades que resulta costosa para el país, pero de igual manera para los trabajadores y las empresas. Las habilidades demandadas por sectores productivos no coinciden con las que los trabajadores adquieren en el sistema educativo o en la formación profesional.

Al cierre del 2023 se estimó un total de 260 mil 258 personas o más desocupadas, que buscaron trabajo y no lo encontraron. El porcentaje de personas en situación de desempleo de larga duración (12 meses y más) se ha incrementado notablemente. Ha pasado de 11.7% a 17.7% en los últimos cuatro años.

La recuperación del empleo desde la pandemia ha estado presidida fundamentalmente por trabajos de menor calidad. El empleo formal prácticamente se mantiene estancado. Al cierre del 2019 se contabilizaron 2.3 millones de puestos de trabajo en el sector formal. Tres años y medio después, solo 2.31 millones.

Todo eso quiere decir que solo se han creado 8 mil 197 puestos de trabajos formales; y que, por consiguiente, prevalece una situación de precariedad laboral. En la actualidad, 58 de cada 100 puestos de trabajo se ubica en el sector informal. Están ubicados en los sectores de comercio, construcción, agricultura, ganadería, transporte y comunicaciones. Las empresas del sector informal son el refugio de millones de trabajadores que laboran sin contratos, sin seguridad social y sin cotizaciones en el fondo de pensiones.

El mercado laboral dominicano presenta amplias brechas de género, con peores indicadores para las mujeres en comparación con los hombres. Igualmente, son mejores para adultos en comparación con jóvenes y adolescentes.

Al cierre del 2023, la tasa de ocupación se ubicó prácticamente en el mismo nivel del 2019, lo que indica que hubo de transcurrir tres años y medio, 45 meses, para que la tasa de ocupación se ubicara a los niveles de prepandemia.

Ante la ausencia de políticas de fomento y creación de empleos, la gente se las ha arreglado para generar ingresos por su cuenta propia, esto es, el autoempleo.

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