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Medio Ambiente y Recursos Naturales

En el marco de la Cumbre Especial sobre el Desarrollo Sostenible realizada en la sede de las Naciones Unidas en el 2015, se asumió el compromiso de una nueva agenda orientada hacia un modelo de desarrollo comprometido con la erradicación de la pobreza extrema, luchar por una sociedad más igualitaria, en paz, y resiliente a los efectos del cambio climático, en forma respetuosa con el planeta.

La Fuerza del Pueblo está comprometida en la misión de preservar el patrimonio natural de la nación dentro de un esquema de desarrollo sostenible. En tal sentido, la segunda ola de transformaciones que proponemos para la República Dominicana traerá consigo la conservación de los recursos naturales, la regulación de los plásticos de un solo uso y establecerá medidas de flexibilidad para que se desarrollen sistemas de economía circular en todo el país.

Para esos fines, trabajaremos desde las áreas temáticas de la institucionalidad, la protección los bosques, los recursos hídricos, la biodiversidad, los recursos costeros y marinos. Nos enfocaremos también en la consolidación de las áreas protegidas, la instalación de una gestión de calidad ambiental, la gerencia correcta de los residuos sólidos y las aguas residuales. Nuestra propuesta también incluye la lucha contra la contaminación sónica y los incendios forestales.

Resulta para nosotros primordial el uso de nuevas e innovadoras tecnologías como herramientas para la protección eficiente del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.

El Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) está conformado por 128 áreas protegidas, ocupando el 25.8 % de la superficie terrestre y el 18 % de la zona marina económica exclusiva. El SINAP cuenta con 6 categorías de manejo: Reserva Natural Estricta, Área Silvestre, Parque Nacional, Monumento Natural, Áreas de Manejo de Hábitats/Especies, y Paisajes Protegidos.

El Sistema Nacional de Áreas Protegidas, en tanto preserva los objetos de conservación imprescindibles y necesarios para garantizar la viabilidad futura de la diversidad biológica nacional, constituye un instrumento fundamental de la gestión del medio ambiente y los recursos naturales del país, el cual debe ser fortalecido progresivamente, sin embargo, en la actualidad apenas cuenta con 600 guardaparques.

En países como el nuestro la seguridad hídrica depende de la riqueza o capital hídrico y este a su vez de las condiciones de conservación y protección de las cuencas hidrográficas, pero también de una correcta gobernanza sobre el recurso y la regulación de su uso. Las cuencas hidrográficas son unidades territoriales cuyas aguas fluyen todas hacia un mismo río, lago o mar. Los ríos secundarios que entran al río principal conforman subcuencas y los ríos más pequeños o arroyos que alimentan los ríos secundarios conforman microcuencas. En las cuencas, subcuencas y microcuencas coexisten usuarios independientes interrelacionados con los sistemas físico, biótico y socioeconómico. La adecuada interconexión de estos sistemas hablará de la sanidad de la cuenca.

En cuanto a los agregados constituyen uno de los componentes más importantes para la industria de la construcción en la República Dominicana. Somos un país en desarrollo, con gran demanda de estos materiales para la construcción de la infraestructura vial, viviendas y edificaciones comerciales, entre otras.

Hasta la década de los 70 ’s del siglo pasado la demanda de agregados era pequeña, en consonancia con el escaso nivel de desarrollo del país. Sin embargo, desde el inicio de esa década nuevos proyectos de construcción de viviendas, carreteras y presas, así como el surgimiento de nuevas compañías privadas de construcción, incrementaron la demanda.

La producción de agregados en el país se ha basado mayormente en el aprovechamiento inadecuado de los depósitos de sedimentos arrastrados por los ríos debido a la deforestación y erosión de las cuencas altas. Esta realidad ha representado un problema ambiental importante y un serio desafío para la conservación de muchos ríos del país, la biodiversidad y los ecosistemas que se encuentran asociados a ellos.

Por otro lado, tenemos los Humedales, que según el último inventario del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (2010), el País contaba para entonces con 6,486.56 kilómetros cuadrados de humedales, más de trece por ciento (13%) del territorio del país, de los cuales 2,195 Kilómetros cuadrados corresponden a humedales naturales y 4,291.56 corresponden a humedales artificiales.

A 13 años de ese inventario, el país no dispone de información técnica actualizada fidedigna, pero es evidente la ausencia de políticas y acciones para la conservación y el manejo sostenible de estos ecosistemas y la falta de planificación y ordenamiento territorial. Esta realidad se expresa en el Informe-País presentado ante la XIV Conferencia de las Partes de Ramsar (Cop14), en Wuhan, China, en noviembre de 2022. La rigurosa matriz que proporciona la Convención evidencia la ausencia de autoridad y de planes ante el deterioro dramático de los humedales nacionales.

Otro aspecto importante son las presas y embalses de la República Dominicana; 34 embalses almacenan tan solo el 9 % de la demanda de agua y el 17 % de la disponibilidad, indicando que se está desperdiciando la oportunidad de sacarle provecho social y económico a un recurso renovable tan importante como el agua.

La Fuerza del Pueblo favorece la construcción de embalses, especialmente medianos y pequeños, y su aprovechamiento en todos los usos posibles para beneficio del pueblo dominicano.

Previo a cualquier construcción se debe establecer el plan de recuperación y protección de las microcuencas correspondientes, como debe hacerse con cada una de las 97 cuencas colectoras del sistema pluvial dominicano. De cualquier manera, los habitantes de las cuencas deben ser los primeros en ser consultados y beneficiados de tales inversiones: electricidad, agua potable y apoyo para la instalación de sistemas de producción, verbigracia las granjas piscícolas, entre otros.

La gestión del medio ambiente debe tener un carácter preventivo, por lo que todas las acciones del gobierno y la sociedad deben estar dirigidas a prevenir el daño ambiental, mientras que la remediación del daño debe ser el objetivo central del sistema de sanciones.

El mundo de hoy tiene, entre otros, dos problemas importantes que las sociedades y los Estados deben enfrentar para evitar que se agraven y causen más desdicha a la humanidad. Se trata, por un lado, de la forma en que se extraen y se utilizan los recursos, y por otro, el destino de los materiales residuales resultantes, que siendo reutilizables o reciclables se tiran como basura. ¿Dónde y cómo depositarlos, cómo reutilizarlos y cómo transformarlos?, son las preguntas que estamos obligados a responder por un futuro ambientalmente sostenible.

Otro reto que tenemos como país es la reducción y prevención efectiva de los incendios forestales. En la década 2010-2019 ocurrieron 2,235 incendios forestales registrados. En el año 2019 el registró fue de 381 incendios en 20 provincias y en los primeros cuatro meses del año 2023 surgieron 551 incendios, cifra que duplica el promedio anual. Se hace impostergable una estrategia integral para disminuir y manejar los incendios forestales.

Alcanzar un sistema de protección eficaz del medio ambiente, permitirá prepara la República Dominicana para enfrentar las situaciones venideras producto del cambio climático. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales es el punto focal nacional de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC).

Mediante el Decreto No. 601-08 se creó el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), asignándole funciones de coordinación de políticas públicas, lo cual distorsiona, solapa y duplica funciones propias del Ministerio de Medio Ambiente, tema que había sido superado con la Ley 64-00.

Es importante que las competencias para diseñar y ejecutar políticas públicas frente al cambio climático, el personal técnico y el presupuesto, se centralicen y unifiquen donde corresponde, de manera que la cooperación internacional pueda canalizar recursos y desarrollar proyectos y acciones de mitigación y adaptación sin obstáculos.

Para lograr estos propósitos, es necesario realizar cambios presupuestarios. El promedio anual de financiamiento presupuestario asignado al ministerio de Medio Ambiente de la República Dominicana oscila en alrededor de un 1 % del presupuesto nacional, monto insignificante para enfrentar con un mínimo de eficiencia y eficacia las tareas gigantescas de cuidado y protección de los recursos naturales renovables. En adición, dicha institución tiene que realizar una adecuada gestión de la calidad ambiental para evitar o reducir factores de contaminación que afectan la salud de las personas, de la biodiversidad y de los ecosistemas.

En tal sentido, presentamos las siguientes propuestas:

PROPUESTAS

Participa en la construcción de un mejor futuro.

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