Durante los últimos 25 años, la República Dominicana ha aumentado su producción agropecuaria de forma sostenida, aunque con significativas diferencias entre distintos renglones. En el caso de la producción agrícola, sus índices de cantidad producida aparecen sin cambios notables entre 1995 y 2008.
Sin embargo, a partir de este último año, se dispara al alza, lo que ha significado que en apenas 13 años, los volúmenes cosechados de productos agrícolas se elevaron en un 125%.
Lo contrario ocurre con la ganadería. Entre 1995 y 2007, la cantidad de productos pecuarios producidos aumentó de manera notable en un 87%. No obstante, a partir del 2008, se estanca, e incluso muestra períodos de franco retrocesos.
En sentido general, se observa un estancamiento de la producción, tanto en el sector agrícola como en el pecuario, en los años 2020 y 2021, motivado por la pandemia del Covid 19, la guerra de Ucrania y la crisis en el sistema de transporte internacional.
Entre los principales productos que han incrementado su producción en los últimos 25 años, se encuentran la lechoza, las hortalizas, el aguacate, el limón, el pepino, la berenjena, los huevos, la piña, el banano, la cebolla, la carne de pollo, la papa, la leche y el arroz.
Entre los que han disminuido su producción, se destacan el ajo, el tabaco, el café, el mango y el sorgo. Otros productos, como el maíz, la carne de res y el azúcar, no han mostrado cambios significativos.
Es preciso señalar que el ritmo de crecimiento de la producción agropecuaria ha sido inferior al ritmo de crecimiento del consumo interno, lo que pone de relieve la necesidad de mejorar las tasas de crecimiento interanual de producción agropecuaria. De esa manera, se lograría mantener los índices de autosuficiencia e incrementar sus exportaciones.
En el ámbito de la producción agropecuaria, la República Dominicana tiene, al mismo tiempo, un gran potencial y un enorme camino por recorrer. Por un lado, el país tiene muchas tierras de vocación agrícola que aún no han sido plenamente incorporadas a la producción; y por el otro lado, nuestra capacidad de producción agropecuaria enfrenta retos de uso intensivo de la tecnología; y por consiguiente, de productividad.
Para impulsar el desarrollo del sector agropecuario, hay cuatro acciones estratégicas que deben constituir la base para un diseño de políticas públicas agropecuarias eficientes. El primero de esos ejes se refiere a la institucionalización y reorganización del sector agropecuario; el segundo, al fortalecimiento de la disponibilidad en la seguridad alimentaria y al mercadeo de productos; el tercero, relativo a la investigación, innovación, generación y transferencias de tecnologías; y el cuarto, concierne a la promoción de las agroexportaciones.
En tal virtud, en el primer eje se dará prioridad a la adecuación del Ministerio de Agricultura y sus instituciones a los nuevos tiempos, mediante una reorganización administrativa y la reestructuración del Consejo Nacional de Agricultura, así como de los consejos regionales.
Asimismo, al fortalecimiento de la bioseguridad, la sanidad agropecuaria y la inocuidad agroalimentaria. Eso permitirá estar en consonancia con las políticas nacionales e internacionales sobre calidad de la producción para consumo de la población y para la exportación.
De gran interés será la construcción del Merca Santiago y de mercados regionales. Transformar el Merca Santo Domingo para que cumpla su rol de dinamizar y eficientizar la comercialización de la producción agropecuaria y la implementación de mecanismos de precios justos a los productores y consumidores.